sábado, 1 de diciembre de 2012

El Leopardo de Amur contra las cuerdas





El leopardo de Amur vive en una de las zonas más remotas del territorio ruso, cerca de la frontera con China y Corea del Norte. Es uno de los felinos más amenazados del planeta, su situación es tan frágil, que su población en el medio silvestre se estima en  35 ejemplares.

Estos félidos de gran belleza han sido víctimas de la caza indiscriminada por poseer una de las pieles más bellas y gruesas del planeta. Su pelaje llega a crecer hasta doce centímetros en invierno.

En la actualidad existe un proyecto internacional, en el que participan expertos británicos, estadounidenses y rusos. La finalidad del proyecto es controlar la salud de la población existente y la reintroducción de crías de leopardos en cautiverio.

El Dr. John Lewis, director veterinario y fundador de la ONG Wildlife Vets International en el Reino Unido, ha venido evaluando desde hace varios años la salud de la población silvestre y también de los animales en cautiverio en diversos zoológicos europeos.

Uno de los mayores riesgos del programa de reintroducción es que los leopardos cautivos transmitan a los animales silvestres enfermedades potencialmente devastadoras.

Desde 1996, el leopardo de Amur se encuentra en la mayor categoría de riesgo, peligro crítico, en la lista de especies amenazadas dela Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

En la misma región vive otra especie de felino amenazada, el tigre de Amur o tigre siberiano, (Panthera tigris altaica), el mayor felino del mundo.


Amenazas para su supervivencia


Los cerca de 35 leopardos silvestres viven en un vasto territorio de unos 20 mil kilómetros cuadrados en la región del río Amur, que durante un gran tramo marca la frontera natural sino-rusa.


Los felinos necesitan una zona muy extensa porque en ese hábitat, la taiga, la densidad de presas y la disponibilidad de agua es muy baja.


Debido al número bajo de individuos, uno de los posibles problemas es la endogamia o falta de diversidad genética, que podría llevar a problemas congénitos, mayor susceptibilidad a enfermedades o dificultades en la reproducción.

Las principales amenazas que enfrenta el leopardo de Amur son la caza por seres humanos de animales como ciervos y cerdos salvajes, de los que se alimenta.

Pobladores locales queman además áreas de bosque para promover nuevo crecimiento como forraje para su ganado. Y otro de los riesgos ha sido tradicionalmente la caza furtiva de leopardos para mercados en China y Corea del Norte.

El proyecto internacional junto a veterinarios rusos ha venido promovido patrullas para evitar la caza furtiva, así como el control de incendios y el diálogo con cazadores de ciervos para asegurar la existencia de presas.

Existe un monitoreo de la salud de la población silvestre. Cada año se recogen muestras de sangre y pelos del mamífero. Los felinos se capturar brevemente para ser examinados, se evalúa se salud dental y cardiaca, para finalmente colocar collares radiotransmisores.

Un nuevo centro está siendo construido en Rusia para albergar en los próximos meses a los primeros leopardos en cautiverio. Éstos se reproducirán en el centro y sus crías serán introducidas al medio silvestre cuando alcancen entre 12 y 18 meses, la edad a la que normalmente abandonan a sus madres.

El leopardo de Amur se encuentra ahora en una situación que podrían enfrentar en el futuro varias especies de felinos, con poblaciones tan reducidas que podrían desaparecer de un día para otro. Por tal motivo el rescate de estos félidos ha generado gran atención a nivel global para conocer el éxito de reproducción e reintroducción.


Rusia y China llegan a un acuerdo para intentar proteger a sus grandes felinos


 El gobierno de Rusia aprobó el proyecto de acuerdo con China para establecer un parque transfronterizo destinado a preservación de leopardos y tigres, según el decreto del ejecutivo ruso.

Conforme al documento del pasado 15 de febrero de 2012, El Parque “Tierra de Leopardos” incluirá el parqué biológico ruso “Kedrovaya Pad” y el coto estatal “Leopardovi” en el Lejano Oriente ruso así como el parque chino “Hunchun”.

El nuevo parque transfronterizo es destinado a preservar y restablecer la población del leopardo del Amur y el tigre blanco, conservar la biodiversidad de la región, fomentar el turismo ecológico y la educación ecológica en ambos países así como monitorizar el medio ambiente.


El acuerdo tendrá un plazo de cinco años y será prolongado automáticamente por período de otros cinco si ninguna de las partes expresa su voluntad de dar por terminado el convenio.

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