Últimamente no escribo nada sobre
Kung Fu. No se si será porque ya he escrito mucho, o simplemente por que no se
me ocurre nada interesante que decir, pero sea como sea así es.
La cuestión es que sigo
entrenando con regularidad, y siempre hay cosas nuevas que pulir o mejorar,
pero es que pienso que ninguna de esas cosas son de interés general…
¿A quien le interesa como voy en
mi trabajo de formas, o si estoy intentando avanzar en tal o cual sutileza de
la ejecución de los golpes?, al fin y al cabo no son mas que peldaños normales
en el aprendizaje de un arte marcial, y muchos de vosotros estaréis enfrascados
en vuestras propias dificultades personales para dominar el estilo o deporte
que practiquéis.
En esto de las artes marciales,
dichas dificultades son algo normal y frecuente. Los obstáculos se salvan, pero
siempre aparecen otros nuevos para remplazarlos.
Recuerdo que cuando empecé a
practicar Hung Gar solía pensar en cuanto tiempo necesitaría para “aprender
Kung Fu” y poder repartir estopa de la buena… por aquel entonces me parecía que
con dos o tres años de entrenamiento debería poder alcanzar mi objetivo. Ahora
ese pensamiento me hace sonreír, y acordarme de lo que solía decirme un amigo
sobre los deportes; algo así como que “cuanto
más aprendías, más te dabas cuenta de lo poco que realmente sabias”, y el
tiempo ha terminado por darle la razón.
Tras varios años en esto, solo
puedo decir lo que Platón: “Solo se que
no se nada”.
Bueno, para ser sinceros, en
realidad si que se algo… muchísimo si lo comparamos con el nivel que tenia
antes de empezar a entrenar, pero poquísimo si lo comparamos con la habilidad que
tienen los que realmente saben de esto (ellos ya saben quienes son, y pocas
veces son famosos, salen en el cine o las revistas especializadas. Hay gente
realmente buena en lo que hace que raramente llega a trascender la opinión
publica. Incluso en TU ciudad).
¿Y con esto que quieres decir? os preguntareis.
Pues nada en realidad, solo que
las recompensas les llegan a los pacientes y los perseverantes (en el Kung Fu y
en la vida). Más vale conocimiento que reconocimiento (yo al menos, lo veo así).
Como decía un viejo dicho:
“El conocimiento del Kung Fu es más valioso que un lingote de oro. Y es
un regalo que solo puede hacerse uno a si mismo”.