Muchos de los estilos de Kung fu practicados actualmente se originaron en el templo Shaolin (Siu Lum en Cantones o Shorin-ji Kempo en Japonés). La historia del Kung Fu Shaolin, igual que la historia de otras artes marciales antiguas, es ambigua y contradictoria, cubierta por el velo de la leyenda… Se sabe muy poco del templo propiamente dicho, pero la versión mas popular sobre su origen dice que fue construido en la provincia de Honan en el Norte de China hace aproximadamente 1600 años.
En el año 520 AD un monje indio llamado Tamo llego a china para predicar el Budismo. Tamo (o Bodhidharma, como es llamado a veces), fue una figura importante pero misteriosa del Kung Fu. Hijo del Rey Sugandha, fue un guerrero que recibió entrenamiento marcial en la India por parte de un viejo maestro, llamado Prajnatara.
Cuando el entro en el templo Shaolin, el se encontró con que los monjes no tenían muy buena forma fisica, debilitados por las largas horas de estática meditación. Para solventarlo el maestro indio les enseño 18 ejercicios con los que fortalecer la mente y el cuerpo. Las dieciocho manos de Ho-Lan, como se conocen hoy, son consideradas la base del Kung Fu Shaolin. Además, también se le atribuye a Tamo la incorporación en el templo del concepto del Ch’ar o Zen.
Por el contrario, algunos historiadores creen que los monjes Shaolin ya conocían y practicaban sus propios sistemas de lucha años antes de la llegada de Tamo, considerándolo imprescindible para sobrevivir a los frecuentes ataques de bandidos y saqueadores a los que estaban sometidos.
En cualquier caso, los historiadores se ponen de acuerdo en que su mayor desarrollo surgió en el siglo XVI, cuando un adinerado joven llamado Kwok Yuen entro en el templo y amplio las 18 ejercicios de Tamo a 72. Pero no contento con esto, y considerando que las artes marciales del templo aun no habían alcanzado todo su potencial, se embarco en una peregrinación por toda China en busca de conocimiento marcial.
En su largo viaje, conoció al maestro Pak Yook Fong y a un anciano llamado Li, ambos expertos en las técnicas de lucha sin armas, y se los llevo consigo de vuelta al templo Shaolin. Con su ayuda amplio sus 72 ejercicios originales a un total de 170, y los clasifico en cinco estilos distintos: el Tigre, la Grulla, el Dragón, el Leopardo y la Serpiente, los cuales fueron posteriormente mejorados y fundidos en un estilo llamado “Los Cinco Antiguos Puños”.
Por aquel entonces, un estudiante Shaolin, solo se convertía en un monje pleno, pasando una prueba de habilidad a vida o muerte. Era enviado a un laberinto repleto de trampas astutas y a menudo mortales, especialmente diseñadas para poner a prueba sus habilidades, y al final del mismo le esperaba una enorme urna de metal calentada hasta quemar, que el monje debía apartar con los antebrazos para poder salir del laberinto, lo cual dejaba en los antebrazos sendas quemaduras con forma de dragones, siendo este el símbolo ultimo y perpetuo de su nueva condición.
Durante muchas generaciones los secretos de las artes marciales de Shaolin se reservaron a los propios monjes, pero en el siglo XVII China fue conquistada por la dinastía Ching, y muchos oficiales y revendes de la antigua dinastía Ming buscaron refugio en el templo, por lo cual el ejercito de la nueva dinastía Ching termino por destruir el templo, persiguiendo a los monjes supervivientes como traidores.
Fue en aquella época, con la dispersión de los monjes supervivientes, que los secretos del Kung Fu Shaolin se abrieron al mundo.
A pesar de que no hay forma de saber con certeza cuantos de los estilos existentes hoy en día provienen del antiguo templo, se esta de acuerdo en que la mayoría de las grandes estilos que aun perviven pueden trazar su linaje hasta los “Cinco Antiguos Puños” de Yuen, Fong y Li.
De entre ellos, los sistemas sureños de lucha fueron sintetizados en cinco grandes estilos de lucha, llamados como sus creadores: Hung, Lau, Mok, Choi y Li.
En el Siglo XVIII, Hung Hee Gung (o Hung Hei Kun), un luchador que dedico su vida a las artes marciales, fue alumno de dos monjes Shaolin: Chee Sin, un experto en la lucha de largo alcance, y Fong Wing Chuen, un habilidoso boxeador en la lucha de corto alcance. Tras muchos años de estudio, Hung combinó lo mejor de ambos estilos, especializándose en los estilos de el Tigre y la Grulla.
El llamo a su escuela “Hung Kuen, Hu Hok Pai” (El Sistema del Tigre y la Grulla de Sifu Hung), y sus alumnos perpetuaron el estilo generación tras generación, preservando así las antiguas técnicas de lucha de los monjes Shaolin en el estilo Hung Gar, hasta el día de hoy.
El llamo a su escuela “Hung Kuen, Hu Hok Pai” (El Sistema del Tigre y la Grulla de Sifu Hung), y sus alumnos perpetuaron el estilo generación tras generación, preservando así las antiguas técnicas de lucha de los monjes Shaolin en el estilo Hung Gar, hasta el día de hoy.
Me encanta la mística que envuelve a los orígenes del kungfu. Cada estilo tiene su propia leyenda. Pero me fascina que siempre los padrinos de cada estilo suelen ser los arquetípicos animales. En mi caso el primer estilo que aprendí, el Tai chi chuan, basa su orígen en un monje taoísta llamado Chan Sang Fen. El cual se inspiró en la lucha de una grulla y una serpiente, para crear tan fantástico estilo.
ResponderEliminarUn saludo, y como siempre un placer esta lectura.
Si, es parte del encanto del Kung Fu... supongo que sera porque la cultura china se ha inspirado mucho el mundo natural; ¿y quie luchador no querria ser fuerte como un tigre, flexible como una serpiente o rapido como el pico de una grulla?
ResponderEliminarfelicidades. las peliculas que vi en 1978 se llamaban. kung fu, el regreso de kung fu, y los cinco puños y la palma de la muerte.no comedia, gracias
ResponderEliminarTodo tiene un por que, como decimos por aqui ;-)
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