lunes, 1 de agosto de 2016

Crossfit: Un aliado para nuestras artes marciales



¿Qué es el Crossfit?



CrossFit se define como un sistema de entrenamiento de fuerza y acondicionamiento basado en ejercicios funcionales constantemente variados realizados a una alta intensidad.
 
Esto significa que nos valemos de una gran cantidad de ejercicios y disciplinas deportivas (gimnasia, halterofilia, carrera…), de entre las cuales seleccionamos técnicas o movimientos aplicables a la vida diaria y los combinamos de muchas formas diferentes en entrenamientos intensos, resultando no solo un experiencia exigente, sino también un programa insuperable para desarrollar las diez capacidades físicas generales: resistencia cardiovascular, resistencia energética, fuerza, flexibilidad, potencia, velocidad, coordinación, agilidad, equilibrio y precisión.


¿Qué beneficios obtiene un luchador al entrenar Crossfit?



Hay algo que tienen en común tanto los deportes de combate como las artes marciales clásicas: Intensidad.

El entrenamiento de alta intensidad es el tipo de entrenamiento más similar a un combate, tanto deportivo como real, pues es obvio que cuando se lucha cuerpo a cuerpo la intensidad es alta durante el tiempo que este dure, y la pérdida de intensidad en el combate, por lo general asociada a un mal acondicionamiento físico, es causa probable de derrota, bien por valoración de jueces, por finalización o vía ko.

El entrenamiento funcional es más efectivo para el luchador que el entrenamiento aislado muscular, pues cuando te enfrentas a un adversario no te enfrentas sólo en un combate bíceps a bíceps, cuádriceps a cuádriceps, etc... Se enfrenta el cuerpo como unidad muscular íntegra y por fortuna no siempre gana el más fuerte. 

En este sentido la técnica de lucha tiene mucho que ver. Pero, ¿qué es una luxación sino una lucha de todo nuestro cuerpo?, abdominales, pecho, lumbares, cuádriceps, brazos, contra el bíceps contrario, la lucha de la unidad frente a músculo aislado. Entrenar el cuerpo como una unidad mejora no sólo la fuerza integral, sino la efectividad con la cual se va a llevar a cabo una acción. Esto es aplicable tanto a artes marciales externas como a internas.
 
Una acción puede ser levantar al contrario, golpearlo, inmovilizarlo o aplicarle una llave, de la misma forma que en el día a día puede ser levantar una bolsa pesada, sacudir una alfombra o empujar un carro de la compra. La función sólo depende del contexto. Al cuerpo lo mismo le da… y es en esto en lo que destaca el Crossfit, el entrenamiento de alta intensidades traduce en ganancia de fuerza real, esto es aplicada, funcional.

Y por último, la ausencia de rutinas te permitirá no acostumbrarte al entrenamiento. Cada combate es diferente, cada entrenamiento tambien. Se puede entrenar táctica o técnica, pero luego sobre el octágono, ring, tatamy o asfalto las cosas cambian… El enfrentarte cada día a una rutina diferente, vencer tus limitaciones, no acostumbrarte a unos ejercicios o máquinas, te permite entrenar la mente frente a las adversidades, evitar el aburrimiento del entrenamiento, y sobretodo, evitar que el cuerpo se acostumbre (y desgaste) a un movimiento o ejercicio.

Creo que los artistas marciales hemos encontrado un gran aliado en nuestra preparación física. En ocasiones ya muchos usaban pesas rusas martillos, mazas, ejercicios de alta intensidad, y por lo general, pequeñas porciones de lo que hoy es conocido como Crossfit. Esto, ahora se unifica en un entrenamiento coherente.

A entrenar.

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