Todos los presentes hemos visto alguna película hecha en
Hong Kong de artes marciales con el actor de moda de dicha época y los
habituales clichés del género como hondonadas de ostias, acción a raudales,
mogollón de enemigos, un malo maloso, y una tía buena. ¿Y si
trasladáramos todos esos ingredientes a un barrio de Barncelona? Y si además le metemos algún ingrediente en los shonen
manga, como un torneo de artes marciales?
Pues bien, ésta es una idea aproximada de lo que se les
debió de pasar por la cabeza a dos autores españoles como Man y Migoya, cuando
en el 2002 sacaron bajo la tutela de La Cúpula la obra de Kung Fu Kiyo en
varios comic-books, trabajo que, Ediciones
Glénat ha recopilado en un estupendo
libro.
Golpe en la pequeña Barcelona
Existen dos arcos argumentales
bien diferenciados: Karate a Muerte en Les Corts y Rasputin, el Zar del Raval. La historia se desarrolla en
Barcelona, concretamente, como es obvio, en el conocido Barrio de Les Corts, centrándose
la primera parte en el singular triangulo amoroso de los protagonistas con un
torneo de artes marciales de fondo. En el segundo arco, sin embargo se habla de
otros temas, siendo la trata de blancas el eje de la historia. A través de
estas historias, descubrimos a nuestros protagonistas:
Kevin, un chico de 16 años que es el típico antihéroe. Asiste al
instituto público de Les Corts, y ha nacido en el seno de una familia muy
humilde de orígenes andaluces del extrarradio de Barcelona, lo que se conoce
como un “quillo”. Hijo y hermano de dos expertos luchadores de king boxing
echados a perder por las drogas y el alcohol, se empeña a demostrar que el no
acabará como ellos, y aunque tiene sus “trapis” para salir adelante, evita a
toda costa mezclarse en los asuntos de la panda de drogadictos de su hermano.
Luego tenemos a Xavi, el bueno de la historia. La
contrapartrida de Kevin. Estudiante modelo de un instituto privado Pare
Berenguer y practicante de kung fu. Odia a Kevin y lo que representa, la chusma
del barrio. Además tiene un gran complejo de inferioridad, que le hace siempre
tener ganas de demostrar lo fuerte y lo bueno que es ante los demás, que según
cree lo infravaloran siempre.
Por último tenemos a la chica del
trío protagonista Andrea, una chica
con dos padres, si DOS padres, que son gays y provocarán algunos de los mejores
momentos cómicos de la historia. De pequeña un accidente la deja medio
paralizada la espalda por un extraño reuma, algo que únicamente se solucionaba
practicando deporte para fortalecerla. Tras practicar mil y un deportes ningún
consiguió hacerle desaparecer por completo el dolor, hasta que conoce a Xavi y
éste que se enamora rápidamente de ella, la convence para hacer kung fu. Lo
cuál a la póster acaba siendo la solución… y el inicio de la historia.
Conclusiones
En mi opinión, Karate a muerte en Les Corts es el verdadero motor de Kung Fu Kiyo.
Una historia a nivel de calle en una ciudad de los 90. Me ha encantado todo,
los personajes (¿alguien se acuerda del Yoyas?), los secundarios, el humor… y
sobretodo el sobresaliente dibujo de Man.
Rasputin, el zar del Raval, me ha
parecido sin embargo material sobrante. Un delirio sin mucha conexión con la
historia anterior, que solo leo por que me gustó la primera parte, y que si se
hubiesen ahorrado les habría dejado un trabajo mas redondo.
Si queréis leer esta recomendable
historia de juventud y artes marciales a la española, podéis descargar el comic
desde aquí, o adquirirlo a través de su editorial, Glénat.
Que lo disfrutéis.