sábado, 19 de enero de 2013

Es un asco hacerse viejo






Si amigos, es un asco… y si, ya lo sabemos todos que es “el ciclo de la vida” y tal, pero en esto de las aamm el envejecer nos cierra algunas puertas.

Sin ir mas lejos, en nuestra escuela de Hung Gar estamos muy atareados preparándonos para participar en varias concentraciones y torneos… con el campeonato de España como horizonte final. Y claro, Patxi, nuestro Sifu ha tenido de ir seleccionándonos para trabajar más intensamente unos u otros aspectos… y así, llegado el momento éramos tres los alumnos que teóricamente podríamos prepararnos para competir en Sanda (que para los que no lo sepan, es la versión deportiva del Kung Fu; algo parecido al Kick Boxing con proyecciones), para lo cual nuestro Sifu ha invitado a un veterano boxeador, para hacer algo de cross-training, que tan de moda esta.

Y lo que ha sucedido es que, por mis 34 años, finalmente me he quedado fuera.

En realidad ya me lo esperaba… pero no por ello me jode menos. Efectivamente la competición a un alto nivel es muy competitiva, y no se trata solo de estar en buena forma, sino del rodaje previo necesario para hacer un buen papel en el ring… y es ahí donde los años me traicionan. La competición a ese nivel esta fuera de mi alcance porque para cuando haya acumulado la experiencia necesaria, ya seré demasiado mayor para poder competir…

Así que, así están las cosas… ¿y esto que significa?, pues nada en realidad.

En el Hung Gar aun me quedan muchos caminos por andar. Así, por ejemplo, no tengo impedimento alguno si quisiera competir en la categoría de Formas (Katas en Japonés), ni en competir en Sanda a un nivel más “amateur”; y desde luego no tengo ningún problema en aprender el Kung Fu de mi sistema (ni en aplicarlo después al nivel de mi habilidad y condición física… ó sea, como cualquiera).

Unas puertas se cierran y otras se abren.

Y es que ya lo dice mi abuelo… “Es malo hacerse viejo… pero peor es no llegar”.

5 comentarios:

  1. la competicion es contra uno mismo, y estoy seguro que en ella ya eres campeon. animos!!

    ResponderEliminar
  2. Amigo, tenemos casi la misma edad y puedo entenderte, puesto que comparto el mismo entusiasmo por las artes marciales. Me gusta mucho combatir, pero no participar en torneos. No podemos detener el paso de la edad, aunque sí llegar mucho mejor que la mayoría, tanto física como mentalmente. Estoy seguro que tu voluntad te mantendrá sano en ambos sentidos hasta que tú decidas dejar las artes marciales. Tuve un maestro que me dijo que las artes marciales son su vida y no se ve haciendo otra cosa hasta el último respiro de su cuerpo, y que si muere dando una clase, haciendo una forma, durante un combate o algo similar, será su feliz destino. El cuerpo sí está condicionado por el tiempo, pero jamás el espíritu y la voluntad de los auténticos guerreros como tú, amigo. Por otra parte, dentro de mi filosofía personal de las artes marciales, es más importante estar listo para una situación real (Una confrontación auténtica con uno o más personas o un animal peligroso, por ejemplo) que las competiciones que constantemente se organizan para saber quién es mejor. En este sentido, hay maestros de más de setenta años que dejarían fuera de combate a los mejores peleadores de esas competiciones, y eso es debido a que tales maestros han entrenado toda su vida sin descanso, perfeccionando sus técnicas y fortaleciendo su cuerpo y mente, conociendo su espíritu, poniéndose a prueba en diversas formas, de tal manera que podrían ser artemarcialistas casi invencibles. Si lo vemos en ese sentido, entonces estamos muy chavos todavía. Para terminar, amigo: Aunque envejezcamos con el transcurrir de los años, no por eso debemos sentirnos viejos. El estado mental es más importante que el físico y la mente influye totalmente en la materia, así que si nos sentimos enfermizos, cansados o viejos, tendremos esa tendencia en nuestra existencia. Sigue echándole ganas, estoy seguro que eres un gran artista marcial, y como siempre, agradezco tus artículos mucho. Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Hola de nuevo amigo, sólo quería agregar un comentario más, el cual estoy seguro que ilustra perfectamente este tema, checa:

    "Sabías que las abejas no están diseñadas para volar, porque anatómicamente sus alas son más pequeñas que su voluminoso cuerpo. Pero Dios nos da una lección de vida en ellas, porque a pesar de una discapacidad física: En su mente no existe "No puedo", simplemente están convencidas de que pueden volar." La moraleja aquí es la siguiente: Muchas veces el raciocinio nos puede limitar y hacernos parecer que algo es muy difícil o imposible. Entonces, sí debemos obedecer a las leyes de la Naturaleza, pero "en el interpretar esas leyes" puede estar el problema, ya que no a todo se le debe dar siempre un enfoque científico. Estoy seguro que la manera en la que vemos el proceso de envejecimiento está incompleta o todavía no comprendida.

    Vuelvo a lo mismo de la mente y su poder transformador de la materia. En mi caso yo siempre me visualizo hasta el último día de mi vida practicando artes marciales, no por esto estoy hablando de una profecía que se cumplirá, pero al menos ya estoy determinando parte de mi existencia sin hacer tanto caso al tiempo.

    Por otra parte, estoy seguro que a tu propio ritmo (Cada uno es distinto), puedes hacer lo mismo o más que lo que se requiere, quizá en un poco más de tiempo, con más esfuerzo, pero recordemos que el cuerpo hace milagros, amigo. Puedo asegurarte que en mi caso tengo mejor condición física a mis 33 años, que la que tenía a los 20 ó 25, y esto lo sé porque me doy cuenta de que hago más cosas ahora de lo que hacía antes. Con esto no digo que nos arriesguemos haciendo ejercicios que nos puedan lesionar, la clave es la constancia, porque bien dice el dicho "La gota de agua agujera la piedra".

    Perdona que insista en este punto amigo, pero estoy seguro que puedes superar tus límites, con inteligencia, constancia y el poder de tu mente. Tú puedes amigo, sigue adelante. Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Gracias por los ánimos WB.

    Efectivamente la edad nos puede cerrar algunas puertas, pero nos abre otras... así, por ejemplo, yo con 19 años no estaba preparado psicológicamente para embarcarme en esta aventura del Hung Gar Kuen.

    Y por supuesto que tenemos buena edad para aprender (y aplicar) las aamm, lo que sucede es que, en mi caso particular, este camino no parece que valla a conducirme directamente hacia la competición deportiva.

    Esto tampoco es que me desilusione (El Sanda nunca fue prioritario para mi), es solo que escuece un poco…

    Un saludo.

    ResponderEliminar

¿Que Tienes en la Cabeza?