martes, 12 de abril de 2016

Los torneos conquistan España



No es una recreación, es una lucha real. El combate medieval tiene cada vez más adeptos en España. Empleados de banca, oficinistas y comerciantes se enrolan en más de una decena de equipos que participan en competiciones internacionales. Asistimos a uno de estos torneos, celebrado en el Castillo de Pedraza

Cuando estás en la liza, el único fin es la supervivencia», afirma Raúl Sacristán, empleado de banca en Madrid y miembro del equipo de combate medieval Ursus Custodes. Aunque morir aquí es un eufemismo: la derrota se produce o bien por puntuación, o bien cuando el luchador es derribado y tres partes del cuerpo, incluida el arma, tocan el suelo. No hay ni habrá sangre. Pero, salvo este detalle, todo es real: lo son las espadas de acero y las hachas o mazas que se usan, fieles reproducciones de las armas medievales; y reales son también los golpes que se reciben. Esto no es teatro. Como no lo era en aquella lejana época en los siglos XIV, XV y principios del XVI en que los soldados tenían que buscarse una ocupación en tiempos de paz. Sin guerra no había ingresos. Surgieron así los combates de exhibición, los llamados 'torneos a pie': el caballo era un lujo fuera del alcance de la mayoría de los combatientes.

Hoy son muchos en todo el mundo los que han recuperado esta antigua práctica. En países del Este de Europa, como Polonia, Rusia o Ucrania, hace dos décadas que se practica este deporte de full contact. En España cuenta con más de una decena de equipos y más de un centenar de aficionados. Los equipos lucen nombres como Ursus Custodes, Valentia Victrix, Urna Regnum, Bohurt Zona Sur, o Bohurt Castilla. «La idea ahora es formar una liga a nivel nacional en España», explica Enrique Laborde, organizador del I Torneo de Combate Medieval Castillo y Villa de Pedraza. El día del torneo, enfundados en armaduras cuyo peso ronda los 30 kilos, los contrincantes pugnan por derribar al contrario. «La seguridad es fundamental y luchamos muy protegidos», cuenta Fernando Torrent, capitán del equipo Ursus Custodes. «Pero en el casco resuenan los golpes y la sensación es muy impactante. Incluso hueles el metal. Y te desubicas», continúa. A ello hay que sumar la escasa visibilidad por ir con casco. Y la falta de oxígeno. Los combates son cortos e intensos. Hasta que el marshall (el árbitro) anuncia que quedan diez segundos. La grada se viene arriba. 

Todo está bien medido, con dos criterios fundamentales: la seguridad y el rigor histórico. Los equipos deben atenerse a las normas de la International Medieval Combat Federation, que estipula desde el grosor de la armadura hasta la obligación de que las armas y protecciones tengan un referente histórico real. Las armas deben lucir filos redondeados. Y no pueden tener ralladuras ni mellas. También los golpes y técnicas están estipulados en función del tipo de combate de que se trate: un duelo individual, melés de 5 contra 5 o de 16 contra 16... Las lesiones no van más allá de torceduras de tobillo o malestar en las rodillas. «Empezamos utilizando armas blandas», explica Lidia Pérez, luchadora del equipo Bohurt Zona Sur. Sí, también hay mujeres combatientes. Antes de calzarse la armadura, se van subiendo escalafones, desde el escudero hasta el combatiente. Entre otras cosas porque no es sencillo ni barato hacerse con una armadura completa: cuestan entre 1500 y 2500 euros y están hechas a mano.El mes de mayo será exigente, con las dos competiciones internacionales más importantes: el 5 de mayo arranca en Praga el combate Battle of the Nations. Y entre el 26 y el 29 se celebra el Campeonato Mundial de Combate Medieval en Portugal. El año pasado se celebró en Polonia, y dos luchadoras españolas lograron el bronce.


La indumentaria. Bajo la coraza, un gambesón acolchado permite llevarla más cómodamente, al tiempo que amortigua los golpes. El combate medieval exige una óptima forma física: las armaduras pesan entre 25 y 35 kilos.

Ambiente medieval. Los luchadores desfilan armados por el foso del castillo de Pedraza, camino de la liza. Como sucedía en la Edad Media, los torneos suponen una ocasión para congregar mercadillos artesanos que también destilan el espíritu de la época: solo venden productos naturales

Las mujeres tambien participan de este deporte. En países del Este de Europa, como Polonia, Rusia o Ucrania, hace dos décadas que se practica este deporte de full contact, disponiendo de ligas y torneos internacionales.
Duelo 'A muerte'. En las melés grupales, el contrincante es eliminado si tres o más partes de su cuerpo, incluyendo el arma, tocan el suelo. En los duelos a dos, hay un estricto sistema de puntos. Los golpes están reglados: se prohíbe atacar zonas menos protegidas, como la parte de atrás de las rodillas.

Daniel méndez - XL Semanal




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